lunes, 19 de noviembre de 2018

Cuarzo hialino o cristal de roca



En todas las culturas se consideraba una piedra curativa y mágica. Poderoso agente curativo, transmisor y amplificador de energías positivas a todo nivel. Fuerte conexión con la Luna.

Espiritual: estimula la claridad y neutralidad, mejorando la percepción y el entendimiento. Refuerza el criterio propio y favorece el desarrollo que corresponde a nuestro ser interior.

Anímico: eleva a la conciencia de recuerdos profundos. Ayuda a resolver los problemas de forma sencilla y a reavivar capacidades que se creían perdidas.

Mental: aporta conocimiento de sí mismo y ayuda en forma de cuarzo fantasma a superar los supuestos límites espirituales.

Físico: revitaliza áreas insensibles, frías, sordas y paralizadas. Armoniza los hemisferios cerebrales, fortalece los nervios y estimula la actividad glandular. Aporta energía, aunque disminuye la fiebre y alivia los dolores, tumefacciones, náuseas y diarrea. 

Chakras: Abre, estimula y fortalece los chakras sacro (deseo, placer, sexualidad y procreación); el de la corona (entendimiento) y el de la garganta (inspiración y comunicación).

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